Nuestros estándares y expectativas requieren que los anfitriones no tengan animales peligrosos en un alojamiento si están dentro de un lugar seguro y protegido. Si hay un animal peligroso en el alojamiento, los anfitriones están obligados a avisar de su presencia en las reglas de la casa.
Los huéspedes también están obligados a enviar un mensaje al anfitrión para avisarle que viajan con un animal peligroso.
Si un animal causa una lesión, podemos suspender la cuenta del huésped o directamente eliminarlo de Airbnb.
Un animal peligroso es aquel capaz de causar un daño grave a los seres humanos o a otros animales que se encuentren en el alojamiento. Hay especies tanto salvajes como domésticas que pueden considerarse peligrosas.
Entre los animales salvajes (es decir, aquellas especies que no suelen estar adaptadas a vivir en un entorno con personas) hay ciertas características que pueden representar peligro para los seres humanos y otras mascotas, por ejemplo: el tamaño, la fuerza o el hecho de que sean tóxicos o venenosos. En un animal del tipo que sea, se consideran atributos peligrosos el comportamiento agresivo, tener tendencia a atacar, presentar una conducta depredadora y poder transmitir enfermedades. Un animal habitualmente dócil puede considerarse peligroso si se denuncia una lesión.
Los huéspedes están obligados a enviar un mensaje al anfitrión para avisarle si viajan con un animal peligroso.
Los anfitriones están obligados a avisar de la presencia de un animal peligroso en su anuncio. Para actualizar tu anuncio con esta y otra información de seguridad:
Se entiende por lugar seguro y protegido para un animal potencialmente peligroso aquel que es adecuado a sus necesidades y que elimina el riesgo de que ocasione lesiones o daños. Dicho lugar debe garantizar que el animal no pueda escaparse ni entrar en contacto con las personas o con otros animales.