Alojamientos para estancias largas en Tomatlán

El alojamiento es encantador como se describe, ideal para aislarse y descansar. Alan y Vanessa fueron muy atentos. El acceso por lancha depende del clima, y el muelle de llegada está en muy mal estado. Alan muy al pendiente de nuestra llegada, nos tuvo que mandar lancha privada a Yelapa, tuvimos que pagar el doble ($300 por persona). El tapanco donde está la cama queda al nivel del suelo junto al camino, lo que puede incomodar si buscas privacidad, tiene un techo inclinado que dificulta subir o bajar, hay que espabilarse bien en la noche antes de bajar al baño. Tampoco se puede dejar comida fuera del refrigerador, ya que animales accedieron incluso a un anaquel alto. La playa es pequeña, con piedras, con boyas a 30 m, no apta para nadar, es más bien para disfrutar de la vista, vimos ballenas muy cerca! no hay atardeceres visibles ni mucho sol en el alojamiento. Desde el camino y otro alojamiento se ve el área donde pega el sol así que no hay mucha privacidad.

El lugar es agradable, tranquilo y limpio, estuvimos muy cómodos. Nos sentimos como en casa y sobre todo seguros, el anfitrión fue muy atento y considerado con el horario de entrada, en mi caso, tuvimos un pequeño retraso en el camino y nos hizo llegar después de la hora de entrada pero aún así no tuvimos problemas para encontrar la casita y mucho menos en la estancia. Nos pareció un buen detalle el garrafón de agua sellado, aunque nosotros no nos acabamos toda el agua, era mucha para tres personas 🤭. Volveremos sin lugar a duda, recomendado 😉👌

Todo sobre el apartamento estuvo perfecto y tal como (o mejor que) descrito. ¡A mi amiga y a mí nos encantó el lugar! Disfrutamos mucho de las dos terrazas, una que proporciona una sombra perfecta por la mañana y la otra por la tarde. Había una cocina totalmente funcional con servicios de nicho como licuadora, utensilios para hornear, exprimidor, etc., así como condimentos básicos. Carmen incluso tenía huevos y fruta, así que no tuvimos que preocuparnos por nuestro primer desayuno allí. El departamento tenía muchas toallas limpias, perfectas para una semana corriendo en el calor, y la ducha funcionó muy bien, caliente y fría. El vecindario y el departamento siempre se sintieron seguros, mientras tenían la mejor comida. Seguimos las recomendaciones de los anfitriones de mariscos locales para nuestra primera cena allí que siguió siendo un punto culminante de viaje a lo largo de la semana. Carmen respondió rápidamente a cualquier mensaje, ¡y ella y su esposo fueron maravillosos para hablar!

Buena atención, una persona al pendiente de cualquier detalle en todo momento, muy cómodo el lugar y con todo lo necesario para estar por varios días, muy recomendable